Según datos proporcionados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las remesas familiares recibidas por El Salvador, Guatemala y Honduras durante los primeros dos meses del año alcanzaron la cifra de $5,574.4 millones, marcando un aumento del 4.9 % en comparación con el mismo período del año anterior, cuando las remesas ascendieron a $5,312.5 millones.
En enero, las remesas totalizaron $2,723.1 millones, mientras que en febrero llegaron a $2,851.3 millones. Estas cifras superan los montos registrados en 2023 para los mismos meses, indicando un crecimiento constante en el flujo de remesas hacia la región.
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Del total recibido en enero y febrero de 2024, El Salvador obtuvo $1,218 millones, Guatemala $2,995.9 millones y Honduras $1,360.5 millones. Este dinero desempeña un papel crucial en las economías de estos países, donde se utiliza principalmente para el consumo de servicios, según lo señalado por expertos económicos.
El aumento en las remesas refleja la importancia continua de la diáspora centroamericana, especialmente en Estados Unidos, donde residen más de 2 millones de salvadoreños. Este flujo constante de fondos contribuye significativamente al bienestar económico de la región, aunque persisten desafíos relacionados con la migración irregular hacia Estados Unidos, con más de medio millón de personas provenientes de estos países buscando mejores condiciones de vida cada año.
En términos generales, el Triángulo Norte de Centroamérica experimentó un crecimiento del 7.8 % en las remesas durante todo el año 2023, con un total de $37,163.3 millones recibidos, en comparación con los $34,475 millones registrados en 2022.
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