Fuerte tendencia hacia autos eléctricos chinos

La creciente tendencia hacia la electromovilidad ha desatado una auténtica fiebre por los autos chinos entre los costarricenses. Datos recopilados por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) revelan un vertiginoso ascenso en las importaciones de vehículos provenientes de China, pasando de $25 millones en 2020 a una impresionante cifra de $228 millones el año pasado, representando un aumento de más del 800% en tan solo cuatro años.

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Esta ola de entusiasmo por los autos chinos se traduce en un abanico de opciones para los consumidores, con precios que arrancan alrededor de los $19 mil. Esta preferencia se fundamenta en una combinación de factores. En primer lugar, los vehículos chinos ofrecen una relación costo-calidad excepcional, lo que los hace accesibles para una amplia gama de compradores. Además, la tecnología incorporada en estos autos es equiparable, e incluso superior, a la de otras marcas internacionales, con empresas como BYD liderando innovaciones como la revolucionaria batería Blade, reconocida como la más segura y avanzada del mercado. Esta vanguardia tecnológica brinda confianza a los consumidores costarricenses en términos de calidad y rendimiento, impulsando así la creciente popularidad de los vehículos chinos en el país.

La diversidad de opciones disponibles en el mercado también juega un papel crucial en el aumento del interés por estos automóviles. Marcas como BYD ofrecen una amplia gama de modelos que satisfacen diversas necesidades y preferencias de los consumidores, desde vehículos compactos y económicos hasta SUVs y vehículos eléctricos de última generación.

El panorama de la movilidad en Costa Rica está experimentando un cambio notable, con un aumento significativo en la adopción de vehículos eléctricos. Según la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (AIVEMA), uno de cada diez automóviles importados en 2023 fue eléctrico, lo que representa el 12% de la nueva flota vehicular y un total de 6.739 vehículos. Estos datos reflejan el creciente gusto de los costarricenses por las nuevas tecnologías en el ámbito automotriz.

(con información de La República)