Cuatro meses después de su inicio, el servicio de ferry entre Costa Rica y El Salvador operado por la embarcación Blue Wave Harmony de la empresa Marina Intercontinental S.A. (Marinsa) ha sido suspendido indefinidamente. Según Óscar Álvarez, gerente general de Marinsa y director de la División Marítima de ILG Logistics, el ferry ya no volverá y recientemente cruzó el Canal de Panamá hacia el Atlántico.
La nave, que había estado operativa hasta la semana del 11 de noviembre, según registros del Instituto Costarricense de Puertos (Incop), se encuentra actualmente en el océano Atlántico, y su destino final es desconocido. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MOPT) de Costa Rica, a través de Verny Jiménez, director de la División Marítimo Portuaria, indicó que no se ha recibido una notificación oficial sobre el cese de actividades, aunque se están realizando gestiones para comprender las razones de la suspensión.
La decisión de suspender las operaciones parece deberse a que no se logró transportar el volumen de carga proyectado. Además, hubo intentos fallidos de ampliar la ruta hacia Panamá. El alto costo de operación, estimado en al menos $10.000 diarios, también fue un factor. Aunque hubo conversaciones preliminares con empresas mexicanas y panameñas para operar la ruta, nada se ha concretado aún.
El servicio había iniciado con dos viajes semanales, pero se redujo a uno debido a la baja demanda. Las tarifas oscilaban entre $1.145 y $1.360, y el viaje cubría unas 360 millas náuticas entre Puerto Caldera en Costa Rica y Puerto La Unión en El Salvador. Mario Rodríguez, director ejecutivo de Transmares, afirmó que se había realizado un estudio de mercado detallado, pero los clientes encontraron que los precios de Blue Wave no eran competitivos.
(con información de nacion)